El pasado sábado 24 de enero se celebró la XXI edición de la carrera restaurada de la joya, en Requena. En esta ocasión fui solo. La verdad es que mi condición física, llevaba un constipado de aúpa, no era la mejor para la temperatura que había por la zona. Llegué sobre las 19 horas y rápidamente a recoger el dorsal. Debí llegar un poco tarde pues ya no había ni cola. Una vez con mi número, al bar, a tomar un café e intentar entrar en calor. Al rato ya cansado del transito de gente dentro del bar, me fui a la hoguera y entré en calor en seguida. Joya de perros, pata larga, pata corta, joya corta, para niños y ya sobre las 20 h por fin joya larga. Línea de salida, muchísima gente por todos los lados, ya pitido de comienzo de prueba y a correr, bueno hasta la bajada del casco antiguo no se pudo realmente pues era imposible. Ya bajando espacio y a la carrera. Como mi condición física no era muy buena, decidí hacer una carrera prudente, sin quemarme, sin fundirme, pues no tenía buenas sensaciones tampoco. Primera vuelta sobre 21 minutos, bien. Y la segunda con menos transito a la marcha también. La joya es una carrera con una longitud rondando los 9 km pero muy dura pues son constantes subidas y bajadas, no hay descanso. Buenas sensaciones terminando pero decidí nuevamente no apretar, terminar carrera lo más entero posible. Ya entré en meta en 43' 42'', bastante entero. Cola para recoger la camiseta y el embutido y ahí es donde empiezo a sufrir pues empiezan a entrarme escalofríos por todo el cuerpo. Pienso lo lejos que tengo el coche y se me hace un mundo, me duele la cabeza del esfuerzo y empiezo a encontrarme muy mal. Como puedo llego al coche y al polideportivo a la ducha. Vuelvo al coche y rápidamente pongo calefacción para entrar en calor. Vuelvo todo el viaje a casa pensando que quizás no debería haber ido a Requena pero bueno, ya está.
Óscar F.
